miércoles, 8 de febrero de 2017

Cita CCCXIV: El Galio (Ga)


"También debió parecerle curioso el galio (Ga) a su descubridor, el elegante Lecoq de Boisbaudran, un vástago de familia de viticultores al que ya nos encontramos al hablar de las tierras raras. El afamado químico francés había encontrado en 1875 el nuevo metal en una muestra de mineral procedente de la vertiente francesa de los Pirineos y le había dado un ataque de patriotismo del que muy pronto se arrepintió, pues a la comunidad científica, muy en guardia por aquel entonces ante los múltiples problemas que provocaba el nacionalismo, le pareció muy mal la idea de que el francés le pusiese al elemento el nombre de su país, aunque fuese un apelativo pasado de moda. A Lecoq le llovieron la críticas, algo que tuvo muy en presente cuando tuvo que dar nombre a los siguientes elementos que descubrió. Pero, además, tuvo, que aguantar un buen rife-rafe cuando a Mendeléyev le dio por reclamar la autoría del descubrimiento en base a sus predicciones (a lo que Lecoq respondió apropiadamente que no era lo mismo predecir las propiedades del "eka-aluminio" que encontrarlo) y, sobre todo, tragarse su orgullo cuando tuvo que admitir que el ruso tenía razón al decirle que había medido mal las propiedades del galio, puesto que estas diferían de las que el genio de Tobolsk había predicho. Y eran propiedades poco frecuentes. Para empezar, y a diferencia de todos los elementos que le rodean en el sistema periódico, el galio se funde a 30° C, lo que significa que poniendo un trocito en la palma de la mano se convierte en seguida en un líquido parecido al mercurio, dando pie a muchos trucos de magia. En segundo lugar, y al igual que el bismuto, el galio se expande cuando se solidifica, un fenómeno excepcional en la naturaleza. En cambio, en lo que si se parece a su vecino el germanio es en su habilidad como semiconductor. Los circuitos de arseniuro de galio son operativos a frecuencias en las que ya no funciona el silicio, y tanto este último como otros compuestos de galio son hoy en día fundamentales en la moderna tecnología LED."

El secreto de Prometeo y otras historias sobre la Tabla Periódica de los Elementos. Página 247 y 248. Alejandro Navarro Yáñez. Editorial Guadalmazán. Cordoba, España - 2005.

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