martes, 21 de julio de 2015

Tomasio (21/07/2015): La razón más importante


¿Quién es Gladys Tejeda? Quien se ha convertido en el sinónimo que sintetiza perseverancia, sacrificio, disciplina y garra. En resumen, puro corazón. Se ha ganado el derecho de representar al orgullo peruano, y viene de Junín, departamento que tuvo relevancia histórica en la independencia del Perú, así como Gladys ha hecho historia, nacional y mundial.

Su triunfo no ha sido improvisado, lo ha trabajado con la dedicación que solo un atleta entero sabe hacer. Solo el que ha entrenado con una meta, sabe lo que “cuesta” y Gladys lo sabe.

En el otro lado de la moneda tenemos a otro peruano al que le han quitado la medalla que había ganado, por haber dado positivo en las pruebas anti dopaje. El más famoso caso de engaño y desvergüenza deportiva es el de Lance Armstrong. Le quitaron todos los honores y premios que obtuvo en el “Tour de Francia”, una de las competencias ciclísticas más duras. Por años compitió ganando siete de ellas. Todos lo celebraban como un auténtico “héroe”, superó un cáncer, siguió compitiendo y ganando. Hasta que el destino de la verdad lo alcanzó. Por las acciones fraudulentas de un ciudadano no podemos juzgar a un país entero, como el caso de Estado Unidos.

Como en muchas actividades del hombre, la ciencia se ha hecho presente, en este caso se ha infiltrado la química, buscando “resultados” empujando el verdadero rendimiento físico del atleta, dejando de lado el honor, lo importante es el triunfo, ganar a todo costo, aunque sea entregando la vida misma.  El tema del dopaje es una realidad que afecta y seduce a miles de personas por querer rendir más y cuando su cuerpo no lo hace, deciden cruzar la línea de lo imposible. Se ha escrito y seguirá haciendo sobre el tema. Maribel Medina, de Pamplona, España, trata el tema del dopaje en “Sangre de Barro” su exitosa novela, logra hacerlo de una manera directa y especial en dónde plasma la cruda realidad.

Los atletas son gente dotada físicamente y para poder ganar, deben de realizar sacrificios impensables para los que no lo son. Sobresalir en un ambiente extremadamente competitivo es difícil. Los atletas son tentados por un desempeño “extra” que les hará tener un mejor rendimiento. Requiere tener pundonor personal para no caer en el uso de sustancias prohibidas que “mejoren” su desempeño.

“Las mentiras tienen piernas cortas” “Para comer pescado y mentir hay que tener mucho cuidado”, refranes que vuelven a ponerse actuales, cuando de dopaje se trata. La tentación es fuerte y no caer en ella requiere temple y sobre todo querer vivir sin conflictos interiores. El querer el reconocimiento, triunfo rápido, puede empujar a una decisión errónea, pero tarde o temprano se conoce la verdad. La verdad es como un corcho en el agua, siempre sale a flote. Ser honesto es de valientes, por ello llama la atención actos de honestidad en un contexto, de desviar la mirada, no preguntar. Saber la definición de honestidad, rectitud, ética y otros sinónimos, no garantiza que se viva bajo esas definiciones. Está bien conocerlas, ayuda, distinguir entre lo bueno y malo también. ¿Lo que sabemos lo aplicamos correctamente? Vivir bajo un código de conducta propio, que haga destacarse, aun cuando esas acciones o creencias nos perjudiquen. Con quienes nos juntemos, los valores por los que se rigen, influirán en nosotros. Si con los que frecuentas, mienten, roban, difaman  (léase chismean), parecerá lo más natural y aceptado hacerlo, es normal ya que no se sabe distinguir de otros comportamientos.

La realidad que nos rodea, nos hace indolentes a nuestras creencias y por presión social, grupal o como quieras llamarlo, llevamos a protegernos llegando a tener dos formas de pensar, la propia e individual y la que es aceptada por el grupo al que pertenecemos. Por ello cuando leemos que una persona encontró una cartera con dinero, busca al propietario y lo devuelve intacto, es noticia y sale en los medios noticiosos. Ser honesto es ser fuera de serie. Es como la oveja negra, no es que sea mala y el peor integrante de la familia, muy al contrario es ser diferente, su color llama rápidamente la atención y destaca del resto.
 
Seamos diferentes, seamos actuales, ser honesto sea común en nuestra sociedad, que sea la razón más importante. Nuestro reconocimiento a Gladys Tejeda, nuestra peruana de oro.

Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página www.antoniotomasio.com