martes, 28 de octubre de 2014

Tomasio (23/10/2014): Tiempo de elecciones


Todos tenemos algo secreto que guardamos en el baúl del olvido o de los buenos recuerdos, a veces puedan ser no tan gratos.

Cuando escuchamos la palabra secreto, siempre atrae, como que tiene un imán. Será lo desconocido que despierta nuestra curiosidad.

Dime, no te llamó la atención el título, dijiste o pensaste, a ver qué historia secreta tiene Antonio Tomasio y tiene la valentía de contarla.

Así que, dicho lo anterior, empezaré.

—No lo repitas, no lo cuentes a nadie es un secreto. Nos dicen.

Cuantas conversaciones han comenzado de esta manera, tal vez para hacerla más interesante o realmente deseaban compartirlo, pero solo para ti.

Historias de vida o historias en nuestras vidas o simplemente la historia de mi vida. Cuando leas lo anterior que dice, “la historia de mi vida” estarás hablando de ti.

Entonces ahora hablas sobre ti mismo, de tus secretos, o mejor dicho no hablas de ellos, o es que si deseas compartirlos.

Ese secreto es tuyo y solamente. Un secreto para que siga siendo fiel a su definición no debe ser compartido, ya que así pierde su principal característica. Sabemos que el ser humano es propenso a hablar o contar sobre lo que sabe y cuando lo sabe, lo cuenta a veces sin darse cuenta.

Dicho esto, si tienes algo que no deseas se sepa, no lo cuentes. Si algún amigo o amiga te ha confiado en confianza algo personal, respeta su pedido, como buen amigo o amiga que eres guarda sus secretos, así como en su oportunidad ellos o ellas harán lo mismo por ti.

Ahora una pregunta, ¿existen niveles o tipos de secretos personales?

Por supuesto, no es lo mismo un secreto (inocente) de nuestra niñez a los que tenemos cuando hemos ido avanzando en la escalera del tiempo. Seguro que ya no recuerdas, los secretos infantiles ¿o sí?

Los recientes, (pasados pero que siguen siendo vigentes), puedan ser los que nos causan gracia y otros nos hacen fruncir el ceño. El tiempo se encargara de ponerlos en el cajón del olvido, le echamos llave y la tiramos lejos.

Hay secretos de los que nos avergonzamos, otros nos son indiferentes y también los habrá los que nos alegran y satisfacen, mas no, por el poder que nos daría saber algo de otras personas, sino más bien por las buenas obras que sabemos deben quedar en silencio, porque no todo lo que hacemos lo debemos proclamar a los cuatro vientos.

Antonio Tomasio. Autor de los libros Uno (Yo) y Mi hijo, mi maestro. Escríbe a atomasio@antoniotomasio.com con tus preguntas o sugerencias o visita la página www.antoniotomasio.com