jueves, 24 de diciembre de 2009

Regalo de Navidad




CUENTO BANTU DE AFRICA ORIENTAL

Cuento de los kamba, comunidad de alrededor de 1,5 millones de habitantes que están establecidos al sureste de las tierras altas del centro de Kenia y que hablan una lengua bantú. El relato procede de Brutzer (1909) - Der Geisterglaube bei den Kamba, Leipzig. Se encuentra muy difundido por el centro y el sur de Africa.

EL CAMELON Y EL PAJARO TEJEDOR

¿Que sucedió? Dios fue quién creó a los hombres. Y como Dios tuvo compasión dijo:

- No quiero que los hombres mueran nunca. Quiero que las personas cuando se mueran vuelvan a respirar.

Y creó a los hombres y los llevo a otra región. Pero él se quedo en su reino. Un día, Dios vio al camaleón y al pájaro tejedor, Dios se dio cuenta que el pájado tejedor hablaba mucho, tanto decía mentiras como verdades. Entonces, observo al camaleón y descubrio que tenía una gran inteligencia. El camaleón no mentía, siempre decía la verdad. Y dijo el camaleón:

- Camaleón, vete a aquella región, donde he llevado a los hombres que he creado y diles que cuando mueran, aún cuando estén muertos completamente, incluso entonces, resucitarán. Todas las personas resucitrarán de nuevo cuando mueran.

El camaleón dijo:

- Sí, iré hacia allí.

Pero el camaleón iba despacio, pues esas es su manera de caminar, muy lentamente. Y el pájaro tejedor se quedó con Dios. Así pues, el camaleón se dirigió lentamente hacia aquella región y cuando llegó, dijo:

- Dios me ha dicho, me ha dicho, me ha dich ... - pero, no decía lo que dios le había dicho.

El pajaro tejedor dijo entonces a Dios:

- Me has dejado un poco apartado.

Dios le dijo:

- ¡Ve!

Como el pájaro tejedor es un ave, voló muy rapido y llegó en el momento que el camaleón estaba diciendo:

- Dios me ha dicho...

El pájaro tejedor llegó en el momento en que el camaleón trataba de convencer a la gente. Ya que todos los hombres estaban allí reunidos y escuchaban con mucha atención. Así pues, éste dijo en aquel instante:

- ¿Qué nos ha dicho Dios? Nos ha dicho que cuando las personas mueran se consumirán como las raíces del áloe.

Pero el camaleón dijo:

- Dios no ha dicho... nos ha dicho... nos ha dicho que cuandos los hombres mueran volverán a resucitar.

La urraca dijo enseguida:

- El primer mensaje es sabio.

Y los dos emprendieron el regreso. Así fue como ocurrió. Desde entonces, los hombres envejecen u mueren y no vuelven a levantarse.

Fuente: CUENTOS AFRICANOS
Autor: MEINHOF, CARL
Editorial: OCEANO
Año: 2001
Páginas: 384 páginas





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